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Diario de una mami normal y corriente

Cansancio

Cansancio Últimamente cuando termina el día y por fin me meto en la cama me doy cuenta de lo cansadísima que acabo la jornada. Y es que cuando esta toca a su fin, caigo en los brazos de Morfeo como si fuera una marmota con sobredosis de valium.

Me maravillo de pensar cómo harán otras mamis que al arduo trabajo de ejercer de madres, esposas y chachas, todo al mismo tiempo, tienen que sumar el salir a horas intempestivas a ganarse el jornal. Quizás es que todo sea cuestión de acostumbrarse, pero he de reconocer que a día de hoy me costaría mucho tener que hacerlo.

Como ya expresé días antes, tampoco es que sea oro todo lo que reluce; al fin y al cabo el día tiene las mismas horas para todos y lo único que cambia es el modo en que divides tu tiempo entre las tareas que tienes. Sería tirar piedras sobre mi propio tejado y al mismo tiempo faltar a la verdad si dijera que me rasco la tripa todo el día. Lo único que en vez de invertir horas en discutir con clientes, con proveedores, hacer mala leche porque siempre hay cosas a última hora y trabajos que te da cien patadas realizar, esas horas yo las invierto en jugar con mi hija. Infinitamente menos estresante, por supuesto, pero igualmente cansado.

Como he trabajado muchos años, quizás pueda explicaros las diferencias. Cuando lo hacía fuera de casa, el cansancio que acumulaba al final del día era más psíquico que otra cosa. Alguna vez si me pasaba me dolía la espalda o el cuello, pero básicamente lo que mi cuerpo llevaba peor era el cansancio mental. Solucionar marrones es agotador y merma el humor a velocidad de vértigo. Así que algunas veces cuando llegaba a mi casa quería pasar de todos y hacer mía la frase de Groucho Marx "paren el mundo, que me bajo". Me daba de vez en cuando una fase autista de asustar...

Ahora esto no me ocurre. Llego a la noche fresca como una lechuga en ese sentido. Estoy de muchísimo mejor humor, salto menos, aguanto más, estoy muchísimo menos susceptible... lo que se agradece horrores. Bueno, lo agradezco yo y el resto, porque yo con mala leche soy un ñu. Sí que acuso, sin embargo, muchísimo más cansancio físico. Y es que perseguir a un pegote que está dando sus primeros pasos y que no para un segundo, pasearla, ir de aquí para allá es cansadísimo porque ellos están llenos de energía y tú no. Así que si antes no dormía bien de las preocupaciones, la falta de ellas y el cansancio físico hacen que caiga redonda.

Lo mejor del asunto es que la mitad de las veces no sabría explicar en qué he invertido mi tiempo. Lo cual resulta frustrante, porque si ni tú misma lo sabes, como para que lo vean los demás. Y eso que tengo suerte con mi "santo", que él sí que lo ve. La cantidad de tiempo que utilizas es inversamente proporcional al tiempo que dispones. Mientras estudiaba la carrera, trabajaba a tiempo parcial, me metí en todo tipo de jarnas universitarias, participaba en muchísimas cosas y aún me sobraba tiempo para estudiar otra carrera como hobby y no perderme ni un sarao ni medio. Y lo mejor es que ni siquiera tenía la sensación de ir de culo. Ahora sí que lo tengo y no hago ni la mitad de la mitad.

Así que al parecer la receta para tener más tiempo, es hacer miles de cosas ¡qué paradojas tiene la vida!

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