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Diario de una mami normal y corriente

Como una infanta

Como una infanta

Hoy han bautizado a la Infanta Sofía en Madrid; todo muy bonito, muy guapos todos, muy principescos y tal. A mí me da envidia el tipazo que se les queda a todas estas famosas cuando dan a luz, que parece que lo suyo sea un embarazo virtual más que otra cosa, pero bueno, no era a eso a lo que iba. Es que me ha recordado que mi hija está atravesando lo que yo he dado en llamar "el síndrome de la infanta", es decir, saludar a todo lo que se menea (o no).

Es una fase de los críos muy divertida porque están deseosos de mostrar a todo el mundo que saben saludar. Ésta todavía no controla mucho y lo mismo te saluda como si fuera Spiderman lanzando telas de araña como un poseso (es decir, cerrando la manita) que lo hace como si fuera la reina madre de Inglaterra. Sólo le falta llevar los sombreros y bolsos espantosos que llevaba la buena mujer para ser clavadita, clavadita. Lo que pasa es que es de efectos retardados. Entre que se decide y no, muchas veces el saludado ya ha pasado de largo y está ella saludando a los árboles. O eso, o le saluda con tanta antelación que el pobre viandante alucina.

En lo que no falla es cuando la montas en el carrito para salir de casa. Ahí sí. En cuanto se abre la puerta empieza a decir adiós como si le fuera la vida en ello y tuviera una cohorte de mayordomos y doncellas de los que despedirse. Por supuesto, a lo que acaba diciendo adiós es a la puerta y al radiador de la entrada. Que deben estar encantados de la vida de tener a una "habitanta" tan amable. En otros momentos se los come a besos, especialmente a la puerta que tiene la manecilla dorada y esta hija mía es como una urraca. Sería feliz en el palacio de Versalles, lleno de oros. Le atraen como a mí el chocolate.

Hoy nos hemos bajado a desayunar al bar de abajo de mi casa. Por supuesto, no podía dejar pasar la ocasión de saludar a todos los parroquianos. Creo que yo no había socializado tanto en toda mi vida. ¡Nobleza obliga! Como ella no para hasta que le dicen algo (más complejo de infanta, tiene que ser el centro de todos los saraos), pues qué remedio me queda que hablar con todo el mundo. A veces no sabes si molestas o no, la verdad, aunque normalmente todo el mundo, especialmente la tercera edad, están encantados de la vida. Hoy me ha pillado por banda la típica señora con perrito. La niña ha empezado a mirar el perro con una mezcla de curiosidad y hambre (esta se comería un ñu si se le pone a tiro) y claro, qué remedio.

La verdad es que está muy graciosa, con sus pasitos vacilantes recorriendo el bar. El de mi casa lo regentan chinos y no veáis lo que le gustan. Si en Bridget Jones decían "japoneses, raza cruel", mi hija debe pensar que los chinos son lo más de lo más porque siempre le hacen carantoñas y le dan comida. Se la tiene ganada toda la plantilla. De hecho, es habitual que me la rapten y se la lleven a dar una vuelta. Así que ésta le llora a su tío, pero se va perfectamente con el chino de la esquina. Para que luego hablen de racismo.

A veces acompaña el saludo con un "hola" muy gracioso. Está muy bien que lo diga, pero coño, ya podía decir mamá, que parezco un loro todo el día con el "Tú Aldara, yo mamá" y nastis de plastis. El mamá lo guarda para cuando llora, hay que fastidiarse. Eso sí, dice perfectamente "hola", "guapa" y "pato". Os preguntaréis si es que vivo en una granja, por la utilidad de la palabra pato. Nada más lejos. Es que lo dicen en Pocoyó, que le gusta mucho y se lo ha aprendido.  Ahora estamos a ver si aprende a decir "tía", una palabra con muchísima más utilidad, pero no le da la real gana. Me mira y me ignora, o en su defecto dice "tete", que le motiva más. Así que le he dicho a mi hermana (que está deseosa de que le llame), que si quiere ser "tata" "tete" o "pato", que esas palabras están libres. Pero va a ser que no. ¡Qué puedo decir!.

Pues eso, que me la comería a besos.

P.D. Por cierto, si pasáis de los avances de mi hija y queréis visualizar las fotos del evento del bautizo de Sofía lo tenéis aquí 

4 comentarios

Bangles -

Aix, esa Aldara que está para comérsela :) Recuerdo que, hace muchos años, unos amigos de la familia tenían una niña de la edad de Aldara (aprox.) y a la nena le dio por gritar: "¡¡Eeeehh!!" a todo el mundo. Y claro, la gente se giraba porque se pensaba que los llamaba a ellos. xD Era muy gracioso, la verdad. Y era también como si te riñera: a veces le cogía un muñeco o le quitaba el tete y me decía: "Eeeeeeh". Qué tiempos, madre mía.

Sandra -

Nena, dentro de nada en vez de vernos en persona, quedaremos en vuestros blogs. Ya vereis.
Respecto a los saludos de la nena... realmente es para comersela. Espero que no entre en la fase: "no saludo a nadie y te hago quedar fatal" ja ja ja. Besicos.

Pilicruz -

maja, lo que queremos es ver más fotos de la nena, que de la familia real ya tenemos en la tele a todas horas!
Te había linkado en mi flog, ahora cambio la dirección a esta nueva. Papa, mama, tata, pato, cucu

Elsa -

Dentro de nada la voy a aburrir a base de repetirle "tía" todos los días y a todas horas. Estoy segura de que va a ser su próxima palabra :-)