Blogia
Diario de una mami normal y corriente

Se acerca el día..

Se acerca el día..

Se acerca el día en que mi hija cumplirá un añito. El próximo día 5 Aldara podrá empezar a contar su vida en años en vez de en meses ¡todo un logro! Es su aniversario, y lo más importante sin duda. Pero egoístamente también es el día en que me convertí en madre. Como no quiero quitarle protagonismo a la pequeña, no sufráis que sólo os daré la chapa aquí.

Ha sido un año muy intenso, quizás el que más en toda mi vida reciente. No podría deciros si ha pasado lento o despacio, porque tengo la sensación de que los días van muy lentos y sin embargo en el global se ha esfumado como el aire. Ha sido tan efímero como un suspiro. Es simplemente alucinante todo lo que pasa en un año en la vida de los niños tan chiquitines. Pasan de ser unos seres pequeños, totalmente dependientes cuya actividad es bastante limitada a convertirse en unos seres con una cierta autonomía. Crecen, engordan, maduran. Si los adultos viviéramos la vida de manera tan intensa y adquiriendo tal caudal de conocimientos sería sencillamente agotador.

Una madre asiste a ese proceso entre sorprendida y asustada. Da vértigo lo que son capaces de hacer al cumplir el año, y tú que has ido observando todos y cada uno de sus movimientos, de sus progresos alucinas con lo que son capaces de hacer. Quizás es por comparación ¡cuando nacen son tan indefensos! No es que Aldara sea el culmen de la autonomía, obviamente, pero sí que es verdad que ahora ya no me necesita tanto como cuando era una recién nacida. Ahora va, torna y retorna, se expresa, te hace saber qué es lo que quiere y lo que no, lo que le gusta o lo que le disgusta. Es un privilegio poder disfrutar de esos momentos y de asistir atónita a cada uno de sus progresos.

Pero como os digo, al mismo tiempo da bastante miedo. Primero, porque eres más consciente que nunca que el tiempo se te escapa de las manos y que el reloj corre a unas velocidades de vértigo. Y segundo, porque la necesaria separación entre mi hija y yo a veces es un poco dolorosa. Trataré de explicarme; Aldara cuando nació era una parte de mí. Yo era su centro y tengo entendido que hasta pasados varios meses ni siquiera tenía conciencia ella de que éramos dos personas separadas. Conforme va pasando el tiempo, sin embargo, va ganando autonomía y yo soy importante para ella, pero no tanto. Obviamente, es un proceso natural y desde luego yo la educo para que sea una persona autónoma y no una cosita dependiente de su madre. Consideraré que he hecho bien mi trabajo si el día de mañana mi hija se convierte en una persona hecha y derecha capaz de tomar decisiones por ella sola, capaz de levantarse si las cosas vienen mal dadas y de ser fuerte. Pero no niego que egoistamente a veces me gustaría parar el tiempo y tenerla siempre así, pequeña, a mi lado haciéndome tan feliz. Es algo tonto, absurdo y que contradice mi manera de pensar. Pero ya se sabe, el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Este año ha sido intenso para mí. Estar con ella todo este tiempo ha sido todo un regalo que he tenido y como tal lo valoro. Nadie me va a poder quitar el hecho de haber podido disfrutar de mi hija tanto tiempo, tan intensamente. Es algo que se irá conmigo. Puedo decir que soy FELIZ, que esto de ser madre es algo inmenso y que no hay sensación comparable a ello. Por supuesto que a veces siento que la responsabilidad es abrumadora (¿y quién no?), pero nunca lo he sentido como una losa ni he vivido en un ay sufriendo por mi hija. He disfrutado. He conectado con una parte de mí que desconocía que tenía y estoy encantada de haberlo hecho.

Dentro de nada te felicitaré hija mía, pero deberías ser tú quien me felicitara a mí. Porque es de afortunados disfrutar tanto y querer con mayúsculas. Y tu cumpleaños es la fecha de comienzo de mi vida plena.

4 comentarios

Sandra -

Feliz, feliz en tu díaaaaa
amiguita que Dios te bendigaaaaa
que reine la paz en tu vidaaaaaa
y que cumplas muchos másssssss.

la pilicrú -

maja, felicidades a las dos y un gran beso

bangles -

Jo, me has hecho llorar y todo. ¡A mí, que soy la persona del mundo que menos instinto maternal tiene! Es muy, muy bonito lo que has escrito sobre tu hija y sobre los sentimientos que te despierta. Seguro que ella es igual de feliz por tener una mami así y, algún día, escribirá algo así de bonito para ti. No todos los críos tienen la suerte de Aldara. ¡Que dure toda la vida! Yo siempre digo lo mismo: hay padres que quieren a sus hijos cuando son pequeños, monos y graciosos pero luego sólo se sienten orgullosos de ellos cuando las cosas van bien; cuando no son los hijos perfectos que ellos quieren se dedican a hundirlos en vez de ayudarlos. Ser padre es apoyar a tu hijo en lo bueno y en lo malo. Conociéndote como te conozco (por toda tu andadura en Ciao!) sé que tu serás así. Un besico.

malglam -

No sabes lo mucho que me identifico con todo lo que escribes en este. Enhorabuena por tu año de madre y felicidades a la peque.